domingo, 22 de abril de 2012

VALOR AUSTERIDAD


AUSTERIDAD

Definición: En su definición más tradicional la palabra austeridad significa “mortificación de los sentidos y pasiones, rigor en el tratamiento del cuerpo” (Enciclopedia Hispánica). Sin embargo, no es ése el sentido que queremos destacar, sino más bien, la capacidad para vivir en forma sencilla, disfrutando de la vida y lo que ésta nos ofrece sin exigir cada vez más.
En la medida que la vida se ha ido complejizando debido al creciente desarrollo económico y tecnológico que han alcanzado las sociedades actuales, la austeridad como valor ha ido quedando relegada a un segundo plano, hasta el punto que se suele valorar a las personas de acuerdo a lo que tienen y no a lo que son. No se trata de restringir nuestros deseos hasta el sufrimiento, ni mortificar las pasiones, sino aprender a desapegarse de los bienes materiales para disfrutar de otros bienes de orden superior como pueden ser los afectivos o espirituales.
La austeridad permite a los seres humanos valorar lo que tienen y no sufrir por lo que no tienen. Optar por tener lo que realmente se necesita para vivir bien nos libera de la necesidad de buscar siempre más. Vivir pensando en lo que falta puede llevar a las personas a no gozar de lo que tienen y, por lo tanto, a un permanente estado de insatisfacción y fracaso.
 
























Austeridad y Medio Ambiente:

La austeridad como valor es fundamental para alcanzar un desarrollo sustentable, por cuanto el buen uso y consumo de recursos naturales es responsabilidad de cada uno de los individuos que integra la sociedad. Si cada persona racionaliza sus necesidades y ajusta el consumo de bienes materiales a esas necesidades, estará contribuyendo a preservar en mejor medida los recursos naturales y a disminuir la contaminación del medio ambiente vía residuos.

Actuar con austeridad significa consumir conscientemente, considerando que los bienes de consumo se han elaborado con recursos naturales y tomar en cuenta el impacto ambiental del propio consumo. Al respecto nos parece interesante el planteamiento de la Liga de Consumidores que considera que un consumo consciente se traduce en:
•  Un consumo más reducido, más de acuerdo a las posibilidades que da la naturaleza, es decir, sin requerir la sobre explotación de ella, aumentando y manteniendo su biodiversidad, sus riquezas, sus ciclos y equilibrios originales.
•  Un consumo de productos limpios, que no dañen el medio ambiente ni a otras personas.
•  Un consumo de productos durables, no desechables, producidos con procesos limpios, basado en energías limpias.
Estas conductas requieren de un nivel de información tal que permita a las personas optar al momento de consumir.

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